
EL CHURUCO ha sufrido inténsame por la destrucción de hábitat y la casería para comerlo, una practica que fue muy común hace algunos años, así como por la venta de algunas de sus crías para transfórmalas en mascotas. Como parte de la estrategia para cambiar estas costumbres y cuidarlo, la fundación Sambica ha conformado en Putumayo un colectivo de mujeres que suelen hacer monitoreos por el bosque para revisar su presencia y el estado de su hábitat.
Gracias al convenio No. 040 de 2019 del Proyecto Vida Silvestre con la WCS y el Fondo Acción.

Enlace WCS CÁMARAS A LA CAZA DEL CHURUCO



